CROCANTI

Una de las primeras cosas que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en un dulce es horrorizarnos de la cantidad de azúcar que llevan. ¿Es posible darse un homenaje sin temor a llevarnos un aporte calórico vacío? ¿Podemos tomarnos un dulce y que sea en sí mismo un alimento? Pues sí, no sólo es posible sino que además lo podemos hacer en casa y SIN COCINAR. ¿No os lo creéis? Pues abrid bien los ojos, que esto es un tesoro terrenal muy nutritivo. Tan solo vais a necesitar una batidora y un molde de unos 15-18 cm, además de los ingredientes que son solo 5 (y un 6º opcional).

Nota: Recomiendo usar el sirope de agave en lugar de azúcar porque como no va cocinado, el líquido se diluye mejor y no molesta al masticar.

INGREDIENTES:

• 130 g de avellanas tostadas 
• 130 g de anacardos
• 3 cucharadas de cacao sin azucarar
• 4 cucharadas de sirope de agave
• 4 cucharadas de aceite de coco
• 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

PREPARACIÓN:

1. Tritura en una batidora los anacardos y las avellanas por separado hasta hacerlos como polvo. Si empiezan a liberar el aceite propio de los frutos secos no pasa nada. Eso ayudará a compactar el crocanti.

2. Mezcla bien en un bol todos los ingredientes hasta crear una masa compacta

3. Coloca la masa en un molde cuadrado de unos 15 cm con la ayuda de una cuchara.

4. Incrusta algunas avellanas picadas por encima y lleva el molde al frigo unos 20 m.

5. Corta en cuadraditos con un cuchillo y desmolda.

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Para hacer la receta he estado escuchando Girassóis de Van Gogh interpretada por Mariana Froes. Me la recomendó un compañero de trabajo y me encanta :)

Haciendo pruebitas....